Marcos Rojo Martín

Fotografía: www.equipolizarte.com/

Nacido el 18 de Enero de 1993, fue con apenas 7 años cuando su padre le llevó a participar en una gincana con una vieja bicicleta que tenía por casa en su pueblo natal y actual pueblo, Aguilar de Campoo. A raíz de ese día decidió apuntarse a la escuela de ciclismo y, desde entonces, todo fluyó como un juego, con alguna carrera en la que llegaba el primero y algunas más en las que no lo hacía; pero en las que lo único que le importaba era pasarlo bien con los amigos de las bicis y jugar al balón después de cada carrera.

Así fue pasando por cada categoría de las escuelas hasta que dio el paso a cadetes; una categoría completamente diferente, que ya se asemejaba al ciclismo de verdad y en la que ya decidió tomármelo algo más en serio.

Fue quemando etapas; sin preparadores físicos, ni dietas o potenciómetros, disfrutando cada carrera como una nueva aventura con grandes amigos y compaginando el ciclismo con el fútbol sala, el badmington y el esquí (¡¡y porque no podía practicar más deportes a la vez!!).

Ya en la categoría juvenil, la dedicación iba siendo mayor cada año, pero eso no le impidió compaginar esos dos años con el atletismo, deporte en el cual obtuvo resultados reseñables, aunque prefirió seguir luchando por ser ciclista, «porque el ciclismo tiene algo especial».

Ya con el paso a amateur, como sub23, se centró exclusivamente en el ciclismo, pero una grave lesión el primer año y una grave caída el segundo, hicieron que el año pasado fuera su primer año completo en sub23.

Este año 2015 es su cuarto y último año en sub23, en el cual pertenece al equipo navarro Lizarte. Un año en el que «voy a seguir luchando por un sueño, poder un día ser ciclista profesional, y en el que voy a seguir disfrutando cada día, cada hora y cada minuto de este maravilloso deporte.»