Descripción del proyecto

MAVE

Tiene su caserío situado a la margen izquierda del Pisuerga riega el mencionado cauce, recién salido del estrechamiento natural al que le fuerza el Cañón de la Horadada. Su iglesia parroquial esta advocada a San Lorenzo, tratándose de un edifico gótico del siglo XVI, que adorna su cabecera con un retablo mayor del siglo XVII, donde se entroniza el santo titular, así como un buen numero de dignas imágenes necesitadas de urgente restauración, y en su banco unos relieves de los cuatro evangelistas. En la alta Edad Media, Mave dependió del Monasterio de San Salvador de Oña, para ya en el siglo XIV ser posesión del monasterio de San Andrés del Arroyo.

Cerca de su término (margen derecha del río Pisuerga – Cañón de la Horada¬da), accediendo desde Olleros de Pisuerga; se ubican las ruinas de la antigua “Civitas Maggaviensium” (Monte Cildá), antiguo asentamiento de los “maggavienses”, grupo cántabro al que se hace referencia en una tésera de hospitalidad del año 14 después de Cristo, y de donde muy probablemente proviene y pervive el actual topónimo de Mave. Este emplazamiento fortificado de estratégica situación, dominaba la principal vía de comunicación entre la Meseta y la costa cantábrica, y en él se supone que se instaló la ceca visigoda de Mave, en la cual acuñaron moneda los reyes Sisenando, Chintila y Chindasvinto. Si somos atrevidos y decidimos acceder a estas ruinas de Monte Cildá, allí veremos vestigios de sus zonas muradas (s.V) embutidas en las cuales había una excelente colección de estelas funerarias del cementerio romano de Mave, que fueron reutilizadas en ese siglo para la edificación de estas murallas. Este reducto arqueológico de Monte Cildá mantiene en sus entrañas gran parte de la protohistoria de esta zona, habiendo aportado sus excavaciones arqueológicas algunos de los materiales mas interesantes para conocer esa época histórica, y que hoy se pueden admirar en la Colección del Marques de Comillas, Museo de Prehistoria de Santander y Museo de Palencia, además de que el lugar es un excelente mirador para contemplar una buena panorámica del Cañón de la Horadada, con Las Tuerces al fondo.

Otro buen punto de observación, lo encontraremos ya en Mave, pues partiendo del mismo núcleo de población, sale un camino de acceso agradable para poder visitar sin grandes dificultades, las márgenes izquierdas del mencionado Cañón de la Horadada. En la actualidad este paraje esta declarado Bien de Interés Cultural, debido a la importante estación arqueológica que en él se localiza, pues en varias cuevas y abrigos de su entorno, existen asentamientos humanos que van desde el Paleolítico Medio y la Alta Edad Media, algunos de cuyos materiales aparecidos, hoy pueden verse expuestos en el Museo de Palencia.

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