Descripción del proyecto

En tiempos en los que conseguir un trabajo no es fácil y en los que muchos jóvenes se sienten desalentados por el futuro laboral que les espera, los hay que optan por no seguir adelante con sus estudios superiores.

Sin embargo, en nuestro país, nuestra región, provincia y comarca hay personas de gran talento que luchan día a día por la excelencia y que demuestran que los estudiantes españoles son de los mejor preparados, aunque en muchas ocasiones lamentablemente tengan que irse fuera de España para desarrollar esa valía. A veces esa entrega y talento tienen premio y eso es lo que le ha ocurrido a un aguilarense, Daniel Rojo Gama.

Natural de la villa galletera, el joven de 23 años, es ingeniero químico por la Universidad de Valladolid. Durante el pasado curso, estuvo realizando una estancia Erasmus en el Imperial College London, una de las universidades mejor valoradas en el ranking internacional, concretamente la segunda mejor a nivel mundial.

Un curso que compaginó con la realización de su proyecto de fin de carrera, con el que obtuvo el Premio Extraordinario Fin de Carrera del 2013-2014 de la Universidad de Valladolid, y al que se sumó el ser reconocido por el Programa de Aprendizaje Permanente Europeo (PAP) por su relevancia durante la Erasmus en la universidad inglesa.

Según ha explicado el joven, en el programa de Ingeniero Químico de la Universidad de Valladolid, únicamente se puede realizar una estancia Erasmus para realizar el Proyecto Fin de Carrera o el quinto curso junto con el citado proyecto, pero todos los cursos inferiores están excluidos.

la segunda mejor universidad del mundo. Asegura Daniel Rojo Gama que se decidió a hacer una estancia de estudios en el extranjero por varios motivos: «Primero, por el hecho de poder compaginar las asignaturas del quinto curso junto con el Proyecto Fin de Carrera, con lo que en el mismo año académico podía terminar mis estudios. Además de por poder pasar nueve meses en una de las mejores universidades a nivel mundial. También me animó que era una experiencia enriquecedora por el ambiente multicultural y que por otro lado esa estancia siempre es un punto a favor en el currículum de un estudiante».

En la Universidad de Valladolid sólo se oferta una plaza para realizar el quinto curso y el proyecto fin de carrera en Londres. Daniel fue seleccionado por el centro vallisoletano y posteriormente acreditó su nota y nivel de inglés en el Imperial College.
Sobre la diferencias y similitudes entre los centros educativos españoles e ingleses apunta que «la forma de impartir las clases es básicamente la misma, principalmente se ciñen a presentaciones por parte de los profesores y seminarios para la realización de problemas y casos prácticos».

Además, opina que «en cuanto a la hora de realizar proyectos en grupo, la forma de trabajo es muy similar. Por mi propia experiencia personal, que no es una generalización, puedo decir que la forma de trabajar en Inglaterra es más independiente de lo que es en España, con menos reuniones y discusiones grupales».

Una experiencia muy positiva que le llevó además de a conseguir su Premio Extraordinario de Fin de Carrera, al reconocimiento europeo. «La noticia la recibí en Estrasburgo, porque he estado un tiempo allí por motivos de trabajo. La concesión del reconocimiento me fue comunicada tanto por el Servicio de Relaciones Internacionales de la UVA como por el Organismo Autónomo de Programas Educativos Europeos (Oapee)».

Debido a la incompatibilidad con sus horarios el aguilarense no pudo recoger su reconocimiento en persona. «Muy amablemente lo recogió Mar Fernández Sáinz, la directora del Servicio de Relaciones Internacionales de la Universidad de Valladolid, a la que estoy muy agradecido por haber ido a Madrid a recoger el reconocimiento en mi nombre», concreta el joven.

beca ‘marie curie’. Esta distinción le ha abierto las puertas para acceder a una beca Marie Curie, que disfruta actualmente en Oslo. Desde agosto realiza en la capital noruega el doctorado, que se centra principalmente en la catálisis heterogénea aplicada al proceso de obtención de gasolina a partir de metanol.

En el proceso de obtención de la gasolina a partir del metanol, se necesita utilizar unas partículas, catalizadores, en este caso zeolitas, que aumentan la velocidad de transformación de las materias primas en los productos sin consumirse durante la reacción.

«Mi trabajo se basa en estudiar cómo las distintas propiedades de las zeolitas, que son los catalizadores de la reacción, modifican el rendimiento y selectividad del proceso», explica Daniel Rojo, que trabaja también para la empresa danesa Haldor Topsoe.

Un presente de éxito, que augura un futuro más brillante aún. «A día de hoy no tengo decidido completamente a qué me quiero dedicar. De momento estoy aprendiendo muchas cosas nuevas, me estoy especializando en un campo concreto, pero eso no quiere decir que me tenga que dedicar a esta rama toda mi vida. Me gusta aprender cosas nuevas, cambiar de área y tener la mente siempre despierta sin acomodarse en una misma posición», desvela este ingeniero químico.

Futuro que desearía que estuviese ligado a nuestro país pues según indica,«España es el país donde he nacido, crecido y donde tengo mis raíces y por lo tanto me gustaría poder trabajar aquí. Pero si las cosas no mejoran, si a la investigación no se la presta la atención requerida por parte de las Instituciones, como sucede en la actualidad, habrá que quedarse en otro país en donde los objetivos profesionales sí se puedan cumplir».

Fuente: Diario Palentino. Marta Redondo Moreno.