En el curso se busca nuestra propia ridiculez y cómo aprovecharla para hacer reír. Para ello recuperaremos la capacidad de jugar y de reírse de uno mismo.
El clown no busca la risa, se la encuentra y disfruta con ello. En ese momento surge una bella relación con el público.
Las propuestas se desarrollaran desde el juego, el error y la improvisación.
Objetivos del curso:
- Disfrutar mostrando nuestro lado ridículo.
- Encontrar la carcajada de los espectadores a través del juego, del error y
- de la emoción.
- Fomentar la escucha hacia el público y hacia uno mismo.
- Promover la risa como motor de la creación.
Contenidos de cada sesión:
- Juegos de calentamiento: para desconectar de la realidad individual con la que acudiremos a clase.
- Dinámicas de preparación: que nos sirvan para el trabajo de clown posterior.
- Propuestas de improvisación con nariz: en las que se trabaja ya con la nariz roja, en clave de clown.
- Evaluación.
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